sábado, 21 de noviembre de 2009

¿Qué es lo que nos pasa?


¿Por qué ahora ya no le damos importancia a los besos?
De pequeños se los dábamos a nuestros amigos. A la gente que queríamos.
Pero ahora ya no les damos importancia, ¿por qué?
¿Por qué somos capaces de regalarle un beso a una persona a la que no vamos a ver más?

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Recordando...




Querido ángel de mi pesadilla...

Arg, mierda.

Suena mejor cuando lo dice blink-182.

En fin, probablemente esta sea mi última actu hasta el final de la semana de exámenes, a no ser que vaya muy sobrada, así que me pareció que podría contarte un par de cosillas con la confianza de que es muy poco probable que las leas. Y si las lees, no creo que te des por aludido.Puede que esto os parezca una actu mítica de Lu, o hecha para Lu, pero lo que viene ahora es como el anuncio de Ikea.

Mío, mío, mío.

Te echo de menos, ¿vale?Hace ya tiempo que no nos vemos y tampoco sé con certeza cuando vais a volver. Y eso que no hace ni un año en el que el tiempo nos parecía eterno. Si nos quedaba algo por decir, siempre teníamos la suerte de poder llamarnos al día siguiente y quedar, ir a dar una vuelta o lo que fuera. Ahora nos tenemos que conformar con seguir en contacto como podemos. No te creas que ahora ya no sé de tu vida. Cada día miro tuenti y otros diarios en red para saber que tal te van las cosas, si tienes algun recuerdo vivo de esta ciudad. Y, como si fuera tu madre, lo reconozco, miro también tus listas de amigos para saber si acaso andas con malas compañías. Ya he visto a tus nuevas compañeras de clase, todas divinas con el pelo ultracolocado y dos quilos de maquillaje encima. Yo no soy así y lo sabes. O por lo menos espero que lo sepas. Ya voy mayor para cambiar, es un hecho comprobado. Puede que cambie en algunos aspectos, cosa de la edad, pero en teoría sigo siendo la misma. Y, por tanto, sigo queriéndote y sigo echándote de menos.Y que a qué viene todo esto? Considéralo sólo una práctica. Algún día me gustaría poder decírtelo a la cara.

viernes, 27 de marzo de 2009

Respirando...


Antes de empezar, cojamos aire.
Os voy a hacer una pregunta, una reflexión, de esas que no gustan. Cosas en las que no nos gusta pensar y que preferimos pasar por alto. Porque... ¿Quién quiere que le recuerden sus errores?
Bien, en una ocasión escuché que el único modo de sentirse libre es hablar de los sentimientos que no nos gustan, de nuestros errores. Es muy fácil decir que somos los mejores, que hemos sacado un diez, que nuestra vida va a las mil maravillas.
Pero en el momento en que nos hundimos, ya no queremos saber nada de nadie. Preferimos estar solos, autocampadecernos, pensar que el mundo tiene la culpa y que somos unos incomprendidos.
Yo he pasado por eso, he caído en el pozo y he encontrado un modo de salir.
Principalmente gracias a una persona a la que le debo más que a nadie en esta vida. Sé que vosotros no la conocéis, pero sin ella ya habría dejado todo esto hace mucho tiempo. No me averguenza decir que la necesito, a pesar de que ahora viva a 1200 km de mí. Necesito hablar con ella, que me de consejos, ideas, soluciones.
Todos necesitamos a alguien en nuestra vida. Todos necesitamos sentirnos seguros y queridos, pero no solemos demostrarlo. Preferimos hacernos los duros que llorar.
Últimamente se me ha dado por ponerme sentimental cuando hablo con ella. Y en ocasiones me siento estúpida, pero sé que ella me entiende.
Y que cuando necesite a alguien, siempre podré contar con ella.
Esta primera entrada va por ti, P. A pesar de que no puedas leerla por el momento.
Amigas como tú hay pocas. O tal vez ninguna.
Gracias por estar ahí.

viernes, 20 de marzo de 2009

Nuevo comienzo


Nunca me he parado a pensar en el momento en el que decidí empezar a escribir. Creo que llevo inventando historias desde que tengo memoria, pero no se me había dado por ponerlas por escrito hasta los 13 años.
Ahora, con 16, escribir es algo que hago casi inconscientemente. Me gustaría poder dedicarme a esto en el futuro, vivir de lo que me gusta a pesar de que ya me han dicho un millón de veces que porque publique un libro no voy a poder dedicarme exclusivamente a esto si quiero pagar facturas...
En fin, la razón por la que os cuento todo esto es porque espero que así entendáis un poco la razón por la que abro este blog. Quiero compartir mis historias, mis textos, mis sueños... quiero compartir mis textos con vosotros.
Quiero que a través de eso podáis conocerme, comprender lo que vivo y siento día a día, y si además os gustaran ya sería perfecto.
Gracias por adelantado a los que perdáis un poco de vuestro tiempo en este rincón de la red. Espero no haberme enrollado demasiado.
Soñadores, bienvenidos